Las redes sociales y el big data se han convertido en una nueva herramienta para Hacienda, que utiliza los datos disponibles online como pruebas para investigaciones fiscales.

Desde hace tiempo la Agencia Tributaria utiliza los datos públicos extraídos de las redes sociales y portales web en muchas investigaciones para, sobre todo, vincular posibles propiedades a personas, familias o sociedades y analizar la renta declarada, pero siempre utilizando estos datos sin atentar contra la privacidad de los contribuyentes.

En España aún falta establecer una legislación para esta metodología. En cambio, en Francia, por ejemplo, ya hay un proyecto de ley para el 2020 donde se prevé comparar las publicaciones en internet de los usuarios franceses con su declaración de la renta para detectar delitos como un patrimonio no declarado o dinero que provenga de la economía sumergida.