Cada vez más hay una tendencia a contratar lo que se conoce por una “Contabilidad Low Cost”. Es una contabilidad que no se centra en registrar la imagen real de la sociedad, sino en cumplir con los requisitos mínimos y así cumplir con las obligaciones fiscales y mercantiles, es decir, presentar y pagar impuestos y presentar las cuentas anuales. Pero no se contabilizan ni las amortizaciones del inmovilizado, ni se controlan los préstamos ni conciliaciones bancarias, así como no se analizan los saldos de clientes y proveedores, etc. Por lo tanto, este tipo de Contabilidad no garantiza una Contabilidad de Calidad.

Además, existe otro riesgo con esta Contabilidad Low Cost, ya que al no tener correctamente reflejado en los estados financieros la situación real de la sociedad el importe de las pérdidas o ganancias, el Impuesto de Sociedades puede estar distorsionado.

Otro tema que también va relacionado con la Contabilidad Low Cost, es contabilizar las facturas recibidas a través de un escaner conectado a un software, ya que si esto no es revisado por un responsable, pueden haber muchos errores.